HÁBITOS ALIMENTARIOS: EL DESAYUNO

Los expertos insisten en que el desayuno contribuye en buena medida a mantener una dieta equilibrada. Elena Roura, responsable de salud y hábitos alimentarios de la Fundación Alícia defiende que nuestro cerebro necesita glucosa y saltarse el desayuno afecta al estado de ánimo, a nuestra energía y a nuestra capacidad de atención y concentración.

Un desayuno saludable debería llevar té o café (con una cucharadita de azúcar si queréis endulzarlo un poco), cereales o pan con un poco de proteína, un lácteo y una pieza de fruta. Deberíamos comer más a primera hora, reduciendo a la vez la cena y el picoteo entre horas.


Saltarse el desayuno implica que, como el ayuno comienza a las cuatro horas, si llegas a las 12 de la mañana sin haber tomado nada desde la noche anterior, acabas comiendo de más a causa del hambre que tiene a la hora de comer o no paras de picar (y cuando picamos a menudo comemos alimentos con muchas calorías).

Como conclusión, aunque a primera hora no tengamos hambre, desayunar vale la pena para tener una buena salud, así como hacer deporte e intentar comer 5 frutas o verduras al día.


¿Qué podéis hacer los que no estáis acostumbrados a desayunar? Podríais tomar un zumo (natural a poder ser) o una pequeña pieza de fruta. Si no sois muy amantes de la fruta, podéis tomar un café y una pequeña tostada. Siempre estáis a tiempo de cambiar vuestros hábitos hacia un estilo de vida más saludable y hasta convertirlos en rutina.

¡Prohibido salir de casa con la barriga vacía!

Sílvia

Foto: Sílvia

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